lunes, 22 de agosto de 2016

Bunbury triunfa en Palma con una sala entregada.


Ya desde la sala Son Amar y minutos antes de las diez de la noche, la fila de acceso era interminable. A las diez y diez salió por fin un Enrique Bunbury ataviado con sus reconocibles gafas de sol y vestido de traje y chaleco. 





“Iberia sumergida” fue la primera canción y la adaptación de este tema de Héroes del Silencio encendió la mecha de todos los aficionados, que ya no se apagó en toda la noche. Continuó el maño desgranando las mejores canciones de su repertorio, tanto en solitario como con un antigua y famosa banda, tal y como las grabó en su último disco “El libro de las mutaciones”.


Hubo momento para temas menos conocidos y que sorprendieron a su público más exigente, como “Dos clavos a mis alas” o “Ven y camina conmigo”. Pero fue sin duda con canciones por todos reconocibles como “El extranjero”, “Infinito” o una estupenda versión de “Maldito duende” con las que se metió a la sala en el bolsillo.




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