Héroes del Silencio es uno de esos grupos capaces de traspasar generaciones gracias a unas canciones que siguen manteniendo la fuerza y la frescura del primer día.
Formada en Zaragoza, en un principio por Enrique Bunbury y Juan Valdivia, la formación de Héroes del Silencio se completó con la llegada de Pedro Andreu y Joaquín Cardiel a mediados de los 80. El nombre de la banda no era casualidad: “Nos llamamos así por que queremos romper el silencio que hay en Zaragoza en cuanto al rock y el pop“.
Su éxito no se quedó en nuestro país, además de Latinoamérica, países europeos como Suiza, Italia, Francia, Bélgica o Alemania cayeron rendidos a los pies de temas tan míticos como “Entre dos tierras” o “Avalancha“.
Sus componentes, ya con amplia experiencia en los escenarios tras pertenecer a varias bandas, consiguieron grabar en 1988 “El mar no cesa“, su primer disco. El éxito no tardó en llegar, con este primer trabajo Héroes del Silencio llegaron a vender 150 000 copias.
El primer concierto de Héroes del Silencio sería, como no podía ser de otra manera, en Zaragoza, un domingo 10 de marzo del 85 en el Cine Pax. Desde entonces no dejarían de tocar gracias a una primera gira que teminaría siendo vista por Phil Manzanera, ex-componente de Roxy Music. Tanto le convenció lo que veía en el escenario que se lanzó a producirles su siguiente álbum, el que sería uno de los trabajos más mitificados de la banda de Enrique Bunbury: “Senderos de traición“.
Llegaron entonces temas como “Entre dos tierras” o “Maldito duende“, canciones que reflejaban, según confesó Bunbury en alguna ocasión, la esencia de la banda al cien por cien. Fue tan buena la crítica que la prensa especializada llego a compararles con The Missions. Con este disco, del que vendieron más de 400 000 copias, Héroes del Silencio alcanzaron la cumbre con una espectacular gira que les llevó a subirse a los escenarios de toda la geografía española, de varias ciudades de Europa y, por primera vez, de México.
Pero si con “Senderos de traición“, del que ahora se cumplen 25 años de su publicación, vivieron su mejor momento (“la etapa cumbre del grupo”, según Bunbury), con su tercer trabajo “El espíritu del vino“ alcanzaron la consagración definitiva.
Cientos de conciertos, un éxito abrumador, una crítica rendida a sus pies trajeron consigo su álbum más rockero: “Avalancha“. Un trabajo que se publicó simultáneamente en 26 países trajo consigo una gira brutal que terminó un 6 de octubre de 1996. Por entonces ya se hablaba de la inquietud de Enrique por hacer nuevos temas en solitario, ya se intuía que el grupo no pasaba por sus mejores momentos.
Enrique y Juan cada vez estaban más distanciados a nivel musical, algo que llevó también a un distanciamiento personal, que unido a varios acontecimientos que tocaron de lleno a la banda acabó con su disolución. Declaraciones como éstas de Enrique Bunbury un 8 de noviembre de 1995 hacían presagiar su final:
“Me doy cuenta de que cada vez me aíslo más en el autobús, en las decisiones, en los camerinos, en las pruebas de sonido (…) La verdad es que no me veo formando una banda tipo los Rolling Stones, que dure una eternidad, soy un culo inquieto, necesito movimiento“.
Una gira de despedida en 2007, diez años después de su disolución fue la causante de que sus seguidores pudieran ver de nuevo a sus Héroes sobre un escenario. Dicen que una oferta económica que no pudieron rechazar fue la causante de su vuelta. Sea cual fuera la causa, las entradas se vendieron en menos de 24 horas. Una gira de despedida que les permitió despedirse de sus seguidores de los escenarios, pero no, de la memoria y los recuerdos de varias generaciones. Es el poder que sólo tienen grupos tocados por la varita mágica del éxito. Grupos como Héroes del Silencio.
Reportaje: Pedro Ángel Sánchez (@pedroangelsanch)
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